martes, 13 de diciembre de 2011

Paseo por el laberinto. Baches y agujeros

He vuelto a perderme. Sigue siendo el mismo laberinto, pero no suelo profundizar mucho en él, y como pasa en la mayoría de laberintos la mayor parte de las veces, pues uno se pierde. Yo, además he tropezado y he caído en un agujero. Si, así es. Seguro que no soy la única, ni seré la última persona a la que le pase esto, pues, somos humanos y cometemos errores.Un tema interesante:

Estamos educados para mejorar. Y lo intentamos, unos con más ganas que otros, además de con resultados variables. Cuando lo conseguimos, nos alegramos, son sentimos orgullosos y nuestros seres queridos se sienten orgullosos también. Pero ¿qué ocurre cuando erramos? ¿qué pasa si alguien ha hecho algo mal sin poder remediarlo? ¿y si se repite?. No nos gusta el fracaso. Lo repudiamos, y algunos, nos castigamos por ello.
De una manera u otra, recuerdo imponerme castigos a mi misma cuando hacía algo mal desde que era jovencita (13-14 años) No es lo mismo fallar a conciencia que inconscientemente, pero a veces lo que creías tener claro, ha dado un giro que has visto demasiado tarde,o que simplemente, no has querido ver. Yo, tanto por unos como otros, mi conciencia me ha torturado hasta decir basta; pero gracias a consejos de personas allegadas, me di cuenta que no era algo sano y que tampoco me ayudaba.
Durante años, me he hecho daño, me he arrinconado en un hueco de mi cuarto a llorar y decirme constantemente "has hecho mal,has hecho mal..." y quedarme paralizada pensando "no puedo hacer nada para arreglarlo. Has cometido un error. No puedes volver atrás".
Una de estas frases que mi eco cerebral me recordaba era en parte una ventana de salida. "No puedes hacer nada". Y si es verdad que no puedo hacer nada ¿Por qué sigo sufriendo por ello? Pensando ahora, te das cuenta de que sí se puede hacer algo. Habrá errores que se puedan remediar, pero si no puedes hacer nada por el error... es seguro que puedes hacer algo por tí mismo, y es aprender. Ciertamente, parece muy fácil decirlo "voy a aprender de mis errores", pero llevarlo a cabo no es tarea fácil, pero, ¿quién dijo que lo fuera?. Como ya dije una vez, todo es relativo, pero en general, para conseguir tus propósitos hay que luchar, y para no volver a caer en el agujero, hay que aprender a tantear el terreno. Hay que observar y analizar. Ver qué es lo que falla, cual es la causa para no volver a pasar por las mismas consecuencias. A mí todavía me cuesta. Y mucho. En gran parte porque no tengo fuerza de voluntad y me suele invadir la apatía -cosas que tendría que mirarme el psicólogo, supongo-. Pero cruzandome de brazos, se que esas graves causas de mis tantos errores no se van a solucionar solas, así que debería decir "A partir de ahora, voy a cambiar en serio mis malos hábitos, poniendo a todos mis lectores por testigo. Y así, servirles de ejemplo a aquellos a quienes les haya pasado lo mismo que a mi" ¿Lo digo? Pues si. Firmo un contrato simbólico ahora para hacer todo lo posible por cambiar mis causas. Y también aseguro, a mí misma y a todos mis lectores que cometeré errores. Puede que los mismos, y muy posiblemente otros errores de los cuales también aprenderé. Al igual que os pasará a vosotros. Pero no os preocupeis. Sea un leve error, o un gran fallo; remediable o no, es algo natural, y hay que convivir con ello. No con resignación, sino con ambición aunque la perfección sea algo lejano, que por serlo, utópico e inalcanzable, es algo bello y admirable a la par que feo y aburrido.

Otro tema interesante, y mucho más relativo: la perfección y su búsqueda. Causa y consecuencia de lo anteriormente comentado. Hoy no me queda tiempo, pero otro día tal vez abra el tema en debate.

Os invito a que me comenteis vuestra opinión sobre el tema. Por curiosidad, y de paso, por si me da idea sobre un proyecto basado en todo ello.

Me despido con algo que creo importante decir, pero que no he sabido poner antes: Nuestros errores y defectos, al igual que nuestras virtudes y habilidades, nos hacen ser nosotros mismos, diferentes, especiales. Hay que saber mejorar sin olvidar quien somos, y qué somos. Sin dejar de respetarnos y aceptarnos, pero sin rendirse. Es difícil de explicar. Pero es importante avanzar, siempre adelante mientras aceptas que hay fallos y que habrá errores y que están ahí para hacer uso de ellos. Es contradictorio, pero yo lo creo entender así (^^U)

Gracias por leer hasta aquí. O gracias por leer algo, igualmente, jeje.

Un saludo, Mar DC

2 comentarios:

  1. Un post ciertamente interesante, Mar.

    Los errores y los defectos nos definen tanto (quizás más) que los éxitos y las virtudes, no te falta razón, y no podemos guardarlos en una caja y pretender que no existen, no podemos esconderlos y huir de ellos.

    Solo podemos aceptarlos, sobreponernos, aprender y continuar caminando, ya que al final, son esos obstáculos que superamos los que nos vuelven verdaderamente fuertes.

    Al menos, así ha sido para mí durante toda mi vida. Y supongo, que así seguirá siendo.

    Un placer leerte,

    Al


    P.D. Consejo de Bloggero a Bloggera: Los parrafos son tus amigos, no tengas miedo de abusar un poco más de ellos.

    ResponderEliminar
  2. Una gran amiga me dijo una vez:- de las experiencias se aprenden, de los errores más - yo te digo, ponte en pie y no te rindas, si no vendré y te secuestrare.

    Atentamente

    Yeray

    PD: ayudarme con lo de fin de año es un buen comienzo XD y gracias por tu apoyo en el tema ^^

    ResponderEliminar